La tradición de visitar la última morada de nuestros seres queridos, sigue viva en el corazón de los atotonilquenses
La tradición de visitar la última morada de nuestros seres queridos, sigue viva en el corazón de los atotonilquenses, que se dieron cita a los cementerios municipales para llevar ofrendas a aquellos que se nos adelantaron, pero cuya memoria sigue tan viva como cuando estaban en vida.
Atotonilco el Alto vive sus tradiciones.